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lunes, 14 de junio de 2010

Peru








Perú es un país situado en el extremo occidental de América del Sur. Colinda con el Océano Pacífico por el oeste y limita con cinco países: Ecuador y Colombia por el norte, Brasil por el este y Bolivia y Chile por el sureste. Posee una compleja geografía dominada principalmente por las elevaciones de la Cordillera de los Andes y las corrientes del Pacífico, que le configura climas y paisajes tan ampliamente variados como la costa desértica, la puna de los altos Andes o la selva amazónica. El Perú es uno de los países de mayor biodiversidad en el mundo y de mayores recursos minerales.
El Perú es un importante de centro de origen de cultivares y una de las cunas de la civilización del planeta, dada la aparición de Caral-Supe hacia el 3.200 a. C., la más antigua de América. En el Antiguo Perú, se sucedieron diversas civilizaciones que dejaron un vasto legado arqueológico de importancia cultural, técnica y artística. Hacia el siglo XVI, el más tardío y extendido de los Estados precolombinos, el Imperio incaico, fue anexionado por conquistadores españoles con apoyo de etnias disidentes al dominio incaico. La corona española estableció así un virreinato que incluyó la mayor parte de sus colonias sudamericanas.


http://www.mediafire.com/file/gahy1zlqyzy/trabajo1.pdf

El Candelabro De paracas (peru)


En las inmediaciones de la Reserva Nacional de Paracas, a 240 Km. al sur de Lima (Perú), se encuentra el puerto de El Chaco, lugar donde zarpan las barcazas para visitar las islas Ballestas. Durante el recorrido se observa sobre un alto acantilado de la costa en el área de la Bahía de Pisco, el famoso Candelabro, conocido también como Tridente o Tres Cruces, un geoglifo de más de 177 m. de largo y 54 m. de ancho (en su base aparece un rectángulo de 20 por 14 m. donde hay un gran socavón central) con una profundidad en la arena que fluctúa entre los 10 y 60 cm. en la actualidad, pues el viento a cubierto de arena lo que anteriormente se cree que eran surcos con una profundidad próxima a un metro y en cuyo lecho más profundo se ha descubierto una costra blanco-amarillenta de composición cristalina, que nos hace suponer que en el pasado el candelabro brillaba con los reflejos del Sol sobre su superficie, siendo aún mucho más definido y visible en la distancia.

Se le relaciona con las líneas de Nazca a pesar de que su orientación no señala en esta dirección ni a otros lugares “sagrados” como algunos han dicho erróneamente. También se asocia con trabajos de cosecha o con acciones de piratas como prueba de su paso por estas tierras, aunque tampoco se descarta que sea un símbolo realizado a principios del siglo XIX cuyo propósito inicial fue el de orientar a navegantes y pescadores. Otros identifican su forma con la del “peyote”, una variedad de cactus del que se extrae por parte de los indígenas un potente alucinógeno usado en sus rituales mágicos. Y hablan también de la representación de una constelación: la Cruz del Sur. Pero lo único verdaderamente cierto es que se desconoce con certeza cuales fueron sus orígenes, tanto en lo que respecta a sus constructores, fechas, y por supuesto, su significado y utilidad.
Pero si hay algo que no pasa inadvertido para nadie es que, tanto su estratégica situación como sus enormes proporciones indican una clara intención por parte de sus realizadores para que fuese visto desde grandes distancias (con tiempo despejado es perfectamente visible a 20 km. de la costa), destacando especialmente su contemplación desde el mar, pero sobre todo desde el aire. En toda el área de Paracas, se han registrado al menos 106 emplazamientos arqueológicos, la mayoría dentro de la Reserva Nacional, que correspondes a diferentes etapas de antiguos pueblos prehispánicos que se remontan aproximadamente a unos 9.000 años. Entre 1.955 y 1.962 el arqueólogo suizo F. Engel realizó distintas excavaciones en la Bahía de Paracas, encontrando los restos humanos más antiguos de toda el área en la zona conocida como Pampa de Santo Domingo, que cifró en torno al año 7.000 a. C.


Menos conocidos que el propio Candelabro de Paracas, pero muy próximos a él, son la presencia de otros geoglifos como los existentes en el sector Pampa Lobería, donde aparecen una serie de geoglifos consistentes en líneas formadas por largas hileras de piedras de diferentes tamaños y orientaciones con respecto a los puntos cardinales, pero de los que tampoco se conoce absolutamente nada sobre su autoría. Hacia el final del periodo “Paracas Necrópolis” y hacia el sur de Paracas, surge la cultura “Nazca”, y a la que se considera autora de los famosos geoglifos o Líneas de Nazca. Posteriormente se cree que desde el año 1.200 d. C. toda esta región formó parte del Estado Regional de Chincha, pasando a ser incorporada al Imperio Inca en el año 1.496 d. C.

Para finalizar, tomamos un parrafo del investigador suizo Erich von Däniken de su libro Regreso a las Estrellas que creemos muy importante tener en cuenta antes de formarnos un juicio sobre el Candelabro de Paracas:


"......Algunos arqueólogos opinan que el -candelabro- de la pared rocosa de la bahía de Pisco sería una señal costera para ayuda a la navegación de cabotaje. A esta tesis se opone el hecho de que el -candelabro- se encuentra en una bahía y de que, por tanto, no puede ser visto desde cualquier parte por las naves que pasen cerca de la costa. Tampoco concuerda con esta hipótesis la consideración de que una señal de estas medidas habría sido desmesuradamente grande para la navegación marítima, aparte que es muy dudosa la existencia de este tipo de navegación en épocas muy primitivas. Pero, sobre todo, tenemos el hecho de que los constructores de este -candelabro-, lo dispusieron mirando hacia el cielo. Por otra parte, aún se ha de aclarar por qué no se utilizaron como puntos de señalización para la navegación marítima las dos islas que se encuentran en el mar abierto, siguiendo la prolongación del brazo central del -candelabro-, si es que en realidad se pretendía que éste sirviera como señal. En estas islas había puntos de orientación naturales que podían verse desde cualquier lado. Así, pues, ¿por qué se iba a construir una marca que no podía ser vista en absoluto por las embarcaciones que llegaran tanto del Norte como del Sur? ¿Y por qué crear una señal de navegación que mira hacia el cielo? Además, aparte un desierto de arena, no hay allí nada, absolutamente nada, que pueda atraer a un marino, y, por otra parte, la escasa profundidad de las aguas debió impedir también, ya en épocas primitivas, que las naves se acercaran a la costa......".

Islas Ballestas



Las Islas Ballestas son unas islas en el océano Pacífico, próximas a la costa del Perú. Se encuentran al sur de Lima, en las cercanías de la ciudad de Pisco y la península de Paracas. En esta península se pueden alquilar lanchas que le llevan hasta las islas. No se permite desembarcar, cosa de no molestar a los animales que allí viven, pero se acercan lo suficiente para poder apreciar mucho más de lo que vemos todos los días.


Nosotros fuimos en el tour de uno de los dos hoteles en Paracas, en Pisco hay más hoteles en caso que desee ir y los de Paracas estén todos ocupados. La lancha donde viajamos era de buen tamaño, de unos veinte pasajeros, abierta por completo y en ciertos momentos logró una buena velocidad. Los tripulantes de la lancha muy complacientes y preocupados por nuestra seguridad y comodidad.

No vimos ninguna vegetación crecer en las Islas Ballestas. Montañas de roca sólida elevándose desde las profundidades del océano. Y arcos y túneles naturales que impresionan al más desinteresado; preciosas obras de la naturaleza. Algunas de las islas aparentaban tener arena, pero como no pudimos desembarcar, no sabemos.

En ruta a las Islas Ballestas pasamos por otras islas. En una de ellas había un grabado en la arena, o superficie. Unas líneas a las que les llaman el “candelabro”, a nosotros se nos pareció al tenedor de Neptuno, muy impresionante. Aparenta ser el mismo arte de las Líneas de Nazca, aunque nos dijeron que realmente, como las de Nazca, nadie sabe quien lo hizo, sólo que es precolombino. Tal vez este relacionado a estas otras líneas y tal vez no. En diferencia a las Líneas de Nazca el “candelabro” sí se ve desde tierra, mejor dicho, desde mar.





Las formaciones de las rocas, son más que razón para darse la mojadita, porque el agua salpica y si no hace mucho frío es bien agradable. Sin embargo, las Islas Ballestas tienen la gracia de la vida marina en números fuera de proporción. Allí crían leones marinos. Los vimos nadando cerca de la lancha en que navegábamos, sobre las rocas, y en numerosas colonias.



Cuando fuimos, al final de agosto, era un poco temprano en la temporada para ver los pingüinos. Antes de tomar la lancha un señor en el hotel nos dijo.

-“Tal vez, sí se ponen de suerte, logren ver algún pingüino escondido entre las grietas”.

Y entre toda aquella asombrante abundancia de vida natural, buscamos y rebuscamos con nuestros anteojos (prismáticos) en las grietas. Cuando a nuestra sorpresa, frente por frente a la lancha en que viajábamos, sobre una canal en las rocas, pudimos apreciar a este simpático habitante de las corrientes de Humboldt. El muy bribón, apenas nos vio, se lanzó al agua y desapareció.





Pero hasta ahora sólo hemos contando lo impresionante. Lo increíble es que las Islas Ballestas son una de esas islas del Pacífico donde anidan gran cantidad de aves marinas. Es una de las islas de “guano” (excremento). Se puede reír si desea, pero este guano marino es tan apreciado como el mismo oro. Su contenido de nitrógeno es tan alto que las industrias de fertilizantes (los que se emplean para hacer crecer los vegetales y frutas que vemos en los supermercados) pagan grandes sumas por el guano.

En las aguas desde Paracas hasta las Islas Ballestas se ven las bandadas de aves. La variedad y cantidad es increíble. Estas aves se alimentan de peces marinos, la anchoveta siendo su principal sustento. Nos dijo el mismo señor del hotel que hace unos treinta años eran tantas las aves que cuando se acercaban a la costa no se podía ver a través de ellas. De acuerdo a este señor los números han declinado debido a las muchas fábricas de conservas que se han establecido en la zona y que ahora también pescan las anchovetas. No estamos seguros si esta es la razón, pero si vimos en algunos lugares varias industrias que tal parecían ser de conservas.

Lo que sí sabemos es que las anchovetas durante años de El Niño o La Niña cambian su comportamiento usual. Nadan a mayor profundidad o más lejos de la costa. Razón por la cual los animales marinos no logran atraparlas y alimentarse. La mortalidad de estos animales durantes estos años puede ser considerable. Aunque los veamos en esas cantidades exageradas, estos animales son parte de un ecosistema muy frágil. Cualquier alteración, por insignificante que aparente ser, en el momento incorrecto puede tener consecuencias catastróficas. Las Islas Ballestas serán peruanas, pero el mundo es de todos, por favor cuídelo.





En el regreso vimos una bandada gigantesca de alcatraces piqueros, o piqueros, pescando. Estas aves adquieren su alimentación lanzándose de cabeza al agua. La lancha lentamente se posicionó dentro de la acción, en el centro de la nube de piqueros. Aquello no se puede describir, por todas partes, en todo nuestro alrededor, los piqueros se lanzaban desde el aire al agua. Un espectáculo que hay que vivirlo.

Otras aves que también vimos fueron los pelícanos peruanos, al menos dos especies de cormoranes, gaviotas, gaviotines y varias especies más de aves marinas. La mayor parte de la península de Paracas es una reserva natural (Reserva Nacional de Paracas) donde nos dijeron que crían flamencos (nos imaginamos que han de ser los flamencos chilenos), no tuvimos tiempo de llegarnos hasta allí. También en Paracas y en la zona de Pisco hay algunos lugares donde se han encontrado ruinas precolombinas. En el hotel nos sugirieron que visitáramos un museo de arqueología donde presentan algunas de las piezas encontradas, pero el tiempo tampoco nos permitió ir hasta allí. Con respecto al hotel, quedamos muy contentos con la atención y su arquitectura de hotel de playa de la década de los 1950, o tal vez poco antes, es tan placentera que allí nos volveremos a hospedar.

Paracas es también una ciudad muy significante en la historia del Perú. Fue allí donde desembarcó el general San Martín y según la leyenda, donde al ver unos flamencos al vuelo se inspiró y diseñó la bandera peruana. Las dos franjas rojas siendo las alas extendidas de estas aves. En el hotel donde nos hospedamos tenían un escrito muy bonito al respecto.


El viaje de Lima a Paracas nos tomó cerca de cuatro horas (unos 250 kilómetros). Tenemos entendido que Pisco está como quince minutos antes (unos 15 kilómetros antes de Paracas). La carretera, a la cual le llaman la Panamericana, es amplia y se encontraba en perfectas condiciones. El viaje en lancha fue como de un par de horas temprano en la mañana. Cuando regresamos a tierra el día aclaró y si no fuera porque teníamos que ir a ver las Líneas de Nazca, hubiésemos tomado otra lancha en el puerto de Paracas para volvernos a ir a las islas. Una aventura que sí volveremos a vivir.

lineas de nazca



Las líneas de Nazca, como son más conocidas, se encuentran en las Pampas de Jumana, en el desierto de Nazca, entre las poblaciones de Nazca y Palpa, en el Perú. Fueron trazadas por la cultura Nazca. Están compuestas por varios cientos de figuras que abarcan diseños tan simples como líneas hasta complejas figuras zoomorfas, fitomorfas y geométricas que aparecen trazadas en la superficie terrestre.

Lo asombroso es que estas líneas solamente pueden ser observadas en su integridad desde el aire al sobrevolar el desierto, lo cual ha despertado grandes preguntas sobre las intenciones y habilidades de sus constructores.

Las pampas de Jumana están situadas a una altura de 330 msnm y mantienen una temperatura media anual de 25 grados centígrados en una de las zonas más secas del planeta, lo que ayuda a conservar los dibujos. El aire caliente actúa como un "colchón" que impide que las líneas se borren porque obliga al viento a cambiar su dirección.

Son numerosas las figuras que se hallan en Nazca, particularmente en la Pampa de San José: figuras geométricas, meandros, representaciones animales, vegetales y humanas, laberintos, y otros dibujos geométricos.

Lo más representativo son los dibujos de animales: aves de entre 259 y 275 metros de largo (colibríes gigantes, cóndores, la garza, la grulla, el pelícano, la gaviota, el loro y otras), un mono, una araña, un caracol, una lagartija, una ballena asesina de 27 metros, un perro con patas y cola largas, dos llamas, etc. En la categoría de reptiles, un lagarto, que fue cortado al construirse la carretera Panamericana Sur, una iguana y una serpiente. Muchos de los dibujos se encuentran mezclados con líneas y espirales.

Casi todos los dibujos fueron hechos en la superficie llana; sólo hay unos pocos en las laderas de las colinas. Casi todas las figuras que se sitúan en las laderas representan hombres. Algunos están coronados por tres o cuatro líneas verticales que quizás representen las plumas de un tocado ceremonial (algunas momias peruanas llevaban tocados de oro y plumas).

Las figuras de las laderas aparecen menos definidas que las del desierto quizás porque las piedras que han rodado por la ladera han borrado los detalles.

Más de treinta son los geoglifos hasta hoy encontrados en las Pampas de Nazca. Los dibujos son menores en cantidad comparados con los diseños geométricos que consisten en cientos y cientos de líneas, triángulos y cuadrángulos que ocupan grandes extensiones de terreno. Su técnica de construcción fue cuidadosa mediante la que los topógrafos del pasado llevaron las líneas a cerros y barrancos sin desviarse de su dirección original.

La profundidad de las líneas nunca excede 30 cm y algunas son simples rasguños en la superficie, pero aun así pueden ser reconocidas cuando el sol está bajo y el relieve se acentúa.

Desde tierra, estos diseños pasan desapercibidos. Estas líneas solamente pueden ser observadas en toda su inmensidad desde el aire, al sobrevolar el desierto a por lo menos doscientos metros de altura. Esto demuestra un gran conocimiento geométrico de los antiguos habitantes de este lugar.